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La ética de Maquiavelo: El juego de Ender


La humanidad se encuentra amenazada por una especie extraterrestre conocida como los “insectores” que, al parecer, pretende colonizar la Tierra y exterminar nuestra especie. No se sabe mucho sobre ellos ni se ha podido establecer algún tipo de contacto, tan solo existe la certeza que un tercer ataque se avecina y que se tiene que buscar la manera de impedirlo, puesto que casi no sobrevivimos al último. Frente a ello, la humanidad se aferra a una idea, el fin justifica los medios, y se tiene que hacer todo lo posible para conseguir nuestro fin último: la sobrevivencia.

“El fin justifica los medios” es la idea central que resume la trama y los dilemas personales de los personajes principales de El juego de Ender (1985), novela escrita por Orson Scott Card. Andrew Wiggin, también conocido como Ender, es un niño de 6 años -cuando comienza la novela- que es seleccionado por sus capacidades genéticas, mentales y psicológicas para convertirse en el futuro comandante de la flota espacial que enfrentará a los insectores durante su tercera invasión. En realidad no es el único niño seleccionado, hay decenas de niños que vienen siendo escogidos en todo el mundo para ocupar ese cargo. Varios ya han fracasado antes mientras que la gran mayoría termina siendo entrenada como oficiales de la flota espacial. Sin embargo, Ender parece reunir las cualidades principales que lo pueden convertir en el redentor de la humanidad, aunque no se tiene mucho tiempo para prepararlo. Por eso, se le somete a las situaciones más extremas posibles que le permitirán desarrollar sus habilidades como comandante de una flota y, por ende, como estratega militar.

En el fondo, Ender está sometido a severas cuestiones éticas en torno a la sobrevivencia de la especie humana, puesto que esta posibilidad parece erigirse como resultado de la aniquilación de la especie rival. Si bien es cierto, en principio, se trata de una actitud meramente defensiva. La idea de aniquilar a otro ser vivo implica, paradójicamente, el fin de lo que se quiere preservar: la humanidad. Asimismo, el éxito de su empresa es visto como una iniciativa meramente individual y no como el resultado de un trabajo colectivo. Incluso, esta oposición se mantiene dentro de la trama principal de la novela: la humanidad vista como un conjunto de individualidades que se enfrenta a los insectores que funcionan como una colmena, un colectivo. Es la individualidad lo que salva a los seres humanos, idea que parece enfatizar el autor.

El juego de Ender (1985) es sin duda una de las novelas más apasionantes que he leído hasta el momento de la ciencia ficción. A pesar de que tiene inicios bastante flojos en la mayoría de sus capítulos, que pretenden profundizar en la psicología de los personajes secundarios que van manipulando a Ender, logra desarrollar un relato sumamente entretenido sobre la evolución de su personaje principal. No solo se trata de la narración de una serie de aventuras sino también del desarrollo psicológico de Ender, que sin ser pretencioso logra recrear ante la mirada atenta de cualquier lector, a un personaje verosímil.

Lamentablemente, esta obra también tiene uno de los finales más decepcionantes que haya leído. Esto va de la mano con esta tecnología denominada como “ansible” que permite las comunicaciones a tiempo real entre los seres humanos que se encuentran en distintos puntos del universo. Tecnología que directamente colisiona con todas las leyes físicas conocidas actualmente, sin mediar explicación al respecto. Esto permite, casi por arte de magia, que se pueda comandar a las flotas espaciales desde la distancia, a control remoto, pese a que las flotas están compuestas por seres humanos que pilotan cada una de esas naves. De esta manera, el factor humano dentro de esas batallas espaciales de opereta queda reducido a su mínima expresión, con lo que la novela pierde mucha fuerza en su trama y más parece asemejarse a un videojuego.


Pese a esto, recomiendo ampliamente leerla, aunque no me hago muchas expectativas con el resto de novelas que componen esta saga.

 Notas:


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En llamas: las perspectivas de las redes sociales en las ventas de libros


El día de ayer, jueves 25 de julio, fui nuevamente a la FIL de Lima para asistir a la conferencia del alemán Andreas Haderlein, “La sociedad en red: la clave del éxito del cambio digital y sus consecuencias para las bibliotecas”, pero terminé quedándome para otro evento, uno organizado por el club de fans de la saga Los juegos del hambre de Suzanne Collins. Lo curioso de estos dos eventos es que sin querer se interconectaban directamente, uno más en el plano teórico y el otro en el práctico.

No cabe duda que la influencia del internet y las redes sociales es cada vez más notoria en la vida cotidiana de las personas en todo el mundo. El Perú, por supuesto, no es ninguna excepción. De acuerdo a Haderlein, el internet y las redes sociales han tenido un crecimiento explosivo en todo el mundo. El internet solo demoró 4 años en conseguir 50 millones de usuarios mientras que la radio demoró 30 años y la televisión 13 años. El facebook incluso ha ido más lejos, logrando esta misma cantidad de usuarios en 3 años y medio. En realidad esto nos muestra una dicotomía dentro del ciberespacio: la navegación del internet por un lado y las redes sociales por el otro. Ambas mantienen dinámicas propias que deben ser tomadas en cuenta a pesar de que funcionan, aparentemente, dentro de un mismo espacio.

De acuerdo a las cifras de Haderlein, el Perú tiene casi el mismo porcentaje de su población que utiliza el facebook que Alemania, que está alrededor del 30%. Este es un dato verdaderamente relevante puesto que Alemania usa con mucho mayor énfasis las redes sociales que el Perú para la comercialización de artículos de distinto tipo. Siguiendo estas cantidades, el Perú con su 28% tiene poco más de 8 millones de usuarios en esta red social. Es decir, 8 millones de potenciales clientes si es que se logra llegar a ellos.

Dentro del campo de la venta de libros, el internet y las redes sociales son herramientas indiscutiblemente necesarias en la actualidad. Que en el Perú esto no se tome en cuenta no se debe a la realidad misma, como han demostrado las cifras antes mencionadas, sino a una ceguera sistémica de las principales editoriales del medio. El uso de las redes sociales y el internet no pone en tela de juicio la existencia del libro, mas bien lo potencializa. No olvidemos que el formato puede cambiar pero el sentido del libro se mantiene.

Esto se pudo evidenciar con claridad en el evento posterior que tuvo, incluso, más asistentes que la conferencia de Haderlein que estaba promovida por el Seminario Internacional de Bibliotecología y el Instituto Goethe de Lima. En cambio, el evento de Los juegos del hambre estaba auspiciado por la librería Crisol, que había posibilitado el espacio físico y la publicidad en papel -me imagino-, y estaba organizado por un entusiasta club de fans conformado por un grupo de adolescentes. Este evento, que consistía -en parte- en la lectura de uno de los capítulos de la segunda novela de la saga, logró llenar el auditorio César Vallejo que tiene una capacidad para 500 asistentes.  Eso es un gran mérito en sí mismo.

Sinceramente me quedé gratamente sorprendido al ver tal asistencia, compuesta principalmente por chicas adolescentes y padres de familia. El éxito de la convocatoria no solo se debe a la publicidad que tiene ahora esta saga, con la puesta en el cine de sus libros, sino también a la difusión en redes sociales que tuvo este evento, sobre todo mediante el facebook y twiter, que generó una importante expectativa entre los seguidores de Collins. Merecidas felicitaciones entonces para el club de fans que se encargó de esta difusión.

Sin embargo, quizá hubiera quedado mejor organizado con la presencia de algún literato que pudiera analizar a profundidad esta saga, en vez de escuchar los simplones comentarios de un puñado de adolescentes. Aunque, al final de cuentas, representa una luz dentro de las tinieblas, puesto que ha mostrado la existencia de un grupo importante de jóvenes que se sigue acercando vorazmente a la literatura fantástica y de ciencia ficción.  Queda en pie la esperanza que estos jóvenes, que empiezan a leer a Collins, puedan continuar sus lecturas con otros autores del género.
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Eclosión fantástica: la Feria Internacional del Libro (2013)



Desde el 19 de julio hasta el 4 de agosto se irá realizando la 18va Feria Internacional del Libro de Lima, que ha venido de la mano este año con varios escándalos y críticas justificadas. Desde el aumento del costo de las entradas hasta el infausto e inmerecido homenaje a Martha Meier. Esto no le ha quitado mayor lustre “académico” a la feria, valga la aclaración, puesto que no se le puede quitar algo que no tiene. Sin embargo, en cuanto a la oferta de libros, esta feria se las trae.

Muchas editoriales o stands de ventas de libros están ofreciendo sus libros a precios espectaculares y al alcance de todo público. Aquí habría que destacar los precios de los libros de la editorial Santillana que tienen entre el 20 al 50% de descuento. El martes pasado que fui a la feria me pude comprar ahí dos libros, uno de ellos de temática fantástica: La historia interminable (1979) de Michael Ende. Tan solo me costó 28 soles y se trata de una bonita edición de bolsillo de la editorial Punto de Lectura (México). También en Crisol podemos encontrar un interesante descuento del 20%. En otras tiendas también se pueden encontrar ofertas de libros a 5, 10 y 20 soles que habría que aprovechar compulsivamente.

Pero no se trata solo del precio sino también de la temática. Los fanáticos de la literatura de ciencia ficción y fantasía van a encontrar varias sorpresas al respecto. Principalmente porque este año he visto una mayor cantidad de libros de ciencia ficción y fantasía que en las ferias pasadas. Y con esto me refiero a una presencia importante, puesto que al menos hay tres editoriales peruanas que están apostando por esta temática con fuerza. Recuerdo que el año pasado tan solo encontré tres libros interesantes del género. Ahora hay mucho más.

En Crisol pueden encontrar, más allá de los libros clásicos de Tolkien y Asimov, la novela La chica mecánica (2009) de Paolo Bacigalupi, novela de ciencia ficción ganadora de los premios Hugo y Nebula, que ya he leído hace un par de años y me pareció memorable. También se pueden encontrar los dos primeros libros de la trilogía de Patrick Rothfuss: El nombre del viento (2007) y El temor de un hombre sabio (2011). Novelas de fantasía bastante entretenidas y que me lograron enganchar completamente. También se encuentra la trilogía de Suzanne Collins: Los juegos del hambre (2008), En llamas (2009) y Sinsajo (2010). Trilogía que está siendo llevada al cine por cierto. Yo recomiendo leer tan solo el primero de estos libros puesto que me pareció fascinante, sobre todo por la descripción social en la que se ubican los personajes.

También en esa misma librería encontré otros cuatro textos que no esperaba encontrar en esa feria. Me refiero a los tres primeros libros de la saga de El juego del Ender de Orson Scott Card  y la voluminosa novela de Brandon Sanderson: El camino de los reyes (2010). Por un lado, la saga de Orson Scott -que no he leído hasta el momento- es una de las más importantes de la ciencia ficción según la crítica. Sus dos primeros libros, El juego de Ender (1985) y La voz de los muertos (1986), ganaron los premios Hugo y Nébula. Ender el xenocida (1991), el tercer libro de la saga, no tuvo al parecer tanta suerte. Por otro lado, las más de mil páginas del texto de Sanderson nos remiten al inicio de una espectacular saga, llena de emoción e intrigas, guerras y héroes legendarios. Sinceramente, El camino de los reyes (2010) es imperdible, aunque el precio es un tanto abultado. Ahora en la feria lo venden alrededor de 130 soles con todo y descuento.

Aparte de los libros editados en el extranjero, en la feria he podido identificar al menos a dos editoriales que están publicando novelas del género. Ediciones SM viene apostando fuerte con la fantasía y la ciencia ficción, tanto así que ha publicado varias novelas de esta temática de dos autores, uno peruano y otro extranjero. Laura Gallegos es una importante novelista de fantasía en España y sus libros pueden encontrarse en el stand de esta editorial. También se pueden encontrar las novelas del peruano Iván Bolaños. Me decanté finalmente por comprar su libro: El Athyrant (2009). Ediciones Altazor por su parte también está publicando novelas del género y acaba de sacar la última novela de nuestro compatriota Hans Rothgiesser, Albatros (2012), que no he dudado en comprar por cierto. Ya les contaré en próximos posts lo que me parecieron ambas.


Por todo esto, salí bastante contento de la FIL 2013 puesto que encontré una variada oferta del género, que incluía tanto a autores renombrados como a nuevas promesas. También fue reconfortante comprobar que en el Perú se está apostando por la ciencia ficción y la fantasía, aunque todavía de una manera un tanto tímida, pero al menos ya es un inicio. Les recomiendo entonces aprovechar la feria para nutrir sus bibliotecas e internarse en aventuras galácticas o guerras fantásticas, porque este año sí tenemos buenas opciones para escoger.
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Un homenaje a los clásicos: El trono de huesos de dragón


     No se puede entender a cabalidad la saga de Añoranzas y pesares de Tad Williams si no se toma en cuenta la cita inicial del primero de los libros de esta saga: El trono de huesos de dragón (1988).[1] La cita corresponde a Gottfried von Strassburg, autor medieval de uno de los cantares de gesta más recordados en nuestros tiempos: Tristán e Isolda (1210). Por ello, la trama fundamentalmente gira en torno a distintos romances desafortunados e incomprendidos. La adoración que siente el mítico caballero Camaris hacia la esposa del rey Juan es uno de ellos por ejemplo. Situación parecida a la relación que se dio entre el príncipe Josua con la esposa de su hermano Elías, de quien estaba profundamente enamorado. Sin olvidar, evidentemente, la relación que va ir gestándose entre el personaje principal, Simón o Seomán, con la hija del rey Elías, Miriamele.

     Nos enfrentamos entonces a una saga que en gran medida busca rendirle homenaje a los cantares de gesta, aquellas historias medievales que bien podrían ser las antecesoras de estas novelas actuales de fantasía épica, puesto que están pobladas de caballeros andantes, dragones, princesas en peligro y mucha magia. La similitud existente entre las descripciones de la religiosidad y cultura de los distintos pueblos y grupos humanos presentados en esta novela no se trata de un asunto de falta de imaginación por parte del autor. La descripción de una religión de un único Dios con un redentor llamado Jesuris es una muestra de ello. 

     Tad Williams no nos ofrece un mundo totalmente diferente, lo que quiere es ofrecernos un mundo que bien puede ser el nuestro y juega con ello. Ahí radica parte de la excepcionalidad de esta novela. Si leyésemos la primera novela publicada por este autor, La canción del Cazarrabos (1985), nos encontraríamos frente a una historia de gatos que busca emular una gesta épica tolkeniana. Con El trono de los huesos de dragón (1988) lo que se busca es tender un puente entre Amadís de Gaula y Frodo Bolsón para ponerlo en sencillo.

     Otra característica fundamental de este libro en particular, desligándonos ya de la saga completa, es la construcción de la narración en torno al personaje de Simón. El 80% de la narración se da prácticamente a través de sus ojos. Simón es un pinche de cocina de 14 años, cuando empieza la novela, que no tiene idea de lo que quiere hacer con su vida y que no es consciente de la realidad que lo rodea. La trama por eso se hace algo lenta y engorrosa en sus 200 primeras páginas porque estamos frente a un personaje totalmente desligado de los sucesos políticos y militares más importantes del momento. Estamos frente a un personaje en construcción. Por tanto, en la medida en que Simón va asumiendo mayores responsabilidades, la historia se torna mucho más ágil y entretenida.

     Sin olvidar que estamos frente una trama en donde las fuerzas del mal y del bien se enfrentan, que es un elemento clásico de la fantasía épica. Con el plus de encontrarnos con personajes sumamente entrañables como Raquel “el dragón”, la jefa de sirvientas que cuida al huérfano Simón; Josua, el príncipe manco atormentado por su pasado y sus consideraciones éticas; Cadrach, el ladrón que se hace pasar por monje y que parece esconder un pasado mucho más complejo; Morgenes, el doctor y mago que se convierte en el maestro de Simón y que es casi el líder de la valiente Liga del Pergamino; Miriamele, que bien podría asemejarse al personaje de Mérida de la película Valiente (2012); y Binabik, el gnomo astuto e inteligente, que monta en su loba Qantaqa, y se convierte en el compañero de aventuras de Simón, asumiendo su tutela. 

     Sin lugar a dudas, El trono de huesos de dragón (1988) nos inicia en una de las mejores sagas fantásticas que se ha producido en los últimos cincuenta años.[2] Solo hay que dejarse llevar por el proceso de crecimiento del personaje, que enriquece la historia por cierto, para poder saborearla en toda su real dimensión. Para aquellos que recién se inician en la literatura fantástica, les recomiendo empezar con esta novela.

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[1] Su título en inglés es The Dragonbone Chair.
[2] Hay que anotar que solo existe una edición en castellano de esta saga. Esta fue publicada por Timun Mas, quien decidió dividir cada tomo en inglés en dos partes, lo que es un sacrilegio. Para hacer el análisis de este primer libro he tomado en cuenta la totalidad de la obra en inglés, es decir, los dos primeros tomos en español publicados.

Anexos


  • Si quieres leer más sobre esta obra, AQUÍ hay otra reseña interesante que te cuenta un poco más sobre la trama del libro, así como polémicas comparaciones con otras obras.
  • Aquí tienen una interesante odisea en torno a los libros de la saga con comentarios de la misma. Imperdible.




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Elogio a la piratería o una manera alternativa para conseguir libros que no llegan a mi país tercermundista


Una de las primeras dificultades que encontramos los fanáticos latinoamericanos de la literatura de ciencia ficción y fantasía épica es el acceso a los principales títulos del género. No me refiero con esto a Tolkien o a la afamada Juego de Tronos (Game of Thrones), libros que podemos encontrar fácilmente en cualquier librería, sino a cualquiera de los demás centenares de autores del género. Aunque debo admitir que en los últimos años me he encontrado con gratas sorpresas en las librerías Crisol y Zeta Bookstore de mi natal Perú.  

            En Crisol, por ejemplo, se pueden encontrar con facilidad novelas clásicas de ciencia ficción, especialmente si tienen relación con Asimov o con la saga de Frank Herbert: Dune. Asimismo, si uno es cuidadoso en sus búsquedas librescas, tanto en las librerías antes mencionadas como en las principales ferias de libros del país, siempre puede hallar una que otra joyita del género. Hace un par de años me topé con cinco libros de la saga de Otherland de Tad Williams. Se estaban vendiendo en distintos locales de Crisol a veinte soles cada uno. Prácticamente estaban siendo regalados. Lo interesante de este hallazgo no solo radica en el precio o en que Williams es uno de mis autores favoritos, sino en que esa edición de la editorial Timun Mas prácticamente estaba agotada en la propia España, lugar donde se publican la mayoría –si no son todos- los títulos en español de literatura de ciencia ficción y fantasía anglosajona. Esto lo digo con conocimiento de causa puesto que esta misma saga la mandé a buscar mientras viví dos años en España, sin mayor suerte.

            El año pasado encontré en la librería Zeta Bookstore -que está cerca de mi casa- una antología que reunía tres novelas de Michael Moorcock, que evidentemente no dudé en comprar a pesar de su precio elevado. Con esto ratifiqué la llegada al mercado peruano de pequeñas remesas de libros del género por parte de una empresa importadora llamada VSD, quien nutre de los mismos a nuestras principales librerías. Es más, esta misma empresa importadora suele tener un stand de libros en la Feria del Libro de Lima todos los años donde siempre encuentro algo para leer. Ahí es donde supe de la existencia de la saga de Steven Erikson, que recién pude comprar un año después.

            Lamentablemente estos son casos excepcionales. Un aficionado al género no puede depender de lo que buenamente puede encontrar al azar una vez por año. Por ello, mi afición al género prácticamente se ha desarrollado gracias al impulso de una serie de personas anónimas que promueven la lectura a través de portales en internet, que nos permiten gratuitamente el acceso a este tipo de novelas en formatos word y pdf. Entonces, mientras no exista una oferta editorial que satisfaga nuestro interés por las novelas de ciencia ficción y fantasía épica, yo recomiendo visitar mis tres favoritos sitios en internet donde se pueden descargar dichos textos:

  1. Enlace de Bibliotecas Digitales, que probablemente es el portal de libros en español más grande que existe actualmente. Ahí podemos encontrar prácticamente cualquier género literario. Lo mejor: podemos encontrar a todos los autores del género. Lo peor: Tienen enlaces externos para la descarga de libros que no siempre funcionan. Aunque si pasa esto pueden pedir ayuda a los moderadores de la web y suelen darte solución al problema.
  2. Crónicas de Alejandría, que es un blog bastante bien estructurado que ofrece una gama bastante amplia de libros de fantasía para descargar. Lo mejor: se pueden encontrar bloques de libros para descargar en conjunto. Lo peor: como se trata de un esfuerzo individual no siempre se actualiza.
  3.  Sidera Virus, que es el mejor blog para encontrar y descargar libros de ciencia ficción. Hay muchas novelas que descubro de tanto en tanto gracias a sus continuas publicaciones en donde van presentando a las novelas que van subiendo. Lo mejor: te puedes suscribir para que te llegue al correo sus nuevas publicaciones. Lo peor: No hay tiempo para leer todas las novelas que publican.

Espero que disfruten la experiencia y encuentren alguna saga con que comenzar su propia aventura literaria.
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Nuevo blog y propuesta: entre la ciencia ficción y la fantasía



Mi primer acercamiento a la literatura fantástica épica se debió gracias a El Comercio. Era un domingo cualquiera. Yo tenía alrededor de veinte años y había estado esperando ansioso que llevaran los periódicos a casa para ojear los suplementos dominicales de El Comercio y de La República. El primero aun tenía una interesante sección cultural mientras que el segundo tenía crónicas políticas bastante jugosas. Recuerdo que esa mañana me devoré encandilado una crónica sobre El señor de los anillos de Tolkien que cambiaría mi vida para siempre.

Nunca antes había escuchado o leído sobre este autor y su saga de tres maravillosos libros, pero ni bien supe de su existencia tuve que leerlo. Evidentemente esto fue varios años antes de que aparecieran las películas basadas en esas novelas. Felizmente encontré sus libros en la biblioteca de mi universidad, por lo que no dudé en pedirlos prestados al instante. Me sumergí entonces en una de las narraciones más emocionantes que había presenciado, sí, presenciado, puesto que viví cada una de las experiencias de sus personajes como si fueran las propias. Esta fue la primera de muchas sagas que fui devorando en todo este tiempo. Varias de ellas inolvidables, pocas decepcionantes.

          Una de las primeras sagas que leí después de El señor de los anillos fue El ciclo de la puerta de la muerte, escrita por Margaret Weis y Tracy Hickman. Probablemente se trate de la mejor obra de estos autores y la menos conocida paradójicamente. También vale la pena recordar la entretenida saga de dragones de Richard Knaak. De ahí pasé a una de las mejores sagas fantásticas: Añoranzas y pesares, cuyo autor –Tad Williams- se hizo uno de mis favoritos. Se trata de una obra crepitante, a pesar de un inicio bastante lento, con personajes entrañables. Posteriormente, La rueda del Tiempo de Robert Jordan se convirtió en una de las historias más excitantes que había gozado hasta ese momento. Hasta que leí los primeros dos libros de la saga de Malaz: el libro de los caídos de  Steven Erikson, que me ha provocado un revuelo sentimental profundo que me ha llevado a abrir este blog. Esto no quiere decir que no haya leído a otros autores del género como Ursula Leguin, C.S. Lewis, Rowling, Patrick Rottfus, George Martin, Susanna Clarke, Michael Ende, Michael Moorcock, Paolini, Joe Abercrombie, Gleen Cock, Sanderson entre otros que por ahí olvido.

             Algo parecido me pasó con la ciencia ficción, puesto que a pesar que había leído a Jules Verne desde mi pubertad, volví a redescubrir al género de la mano con la fantasía épica. Grandes sagas y nuevos autores fueron apareciendo en mi constelación de lecturas de ese momento. Quedé impresionado con las intrigas de los Vorkosigan de Lois McMaster Bujold y viajé de la mano de C.J. Cherryh en su nave Orgullo. Mis dos sagas de ciencia ficción favoritas, de lejos. Conocí mundos distintos, civilizaciones alienígenas exóticas y personajes desesperanzados ante la inmensidad y complejidad del universo. Nunca leí mejores críticas a nuestra sociedad actual que a través de las novelas de ciencia ficción. En ellas podemos encontrar a nuestra humanidad descarnada y sangrante ante nuestros propios odios y defectos.

          La idea de este espacio es desatar mi pasión por estos mal llamados subgéneros de la literatura, que en realidad conforman un solo y gran género, que reúne tanto las novelas sobre mundos fantásticos y medievales, de realidades paralelas a la nuestra en donde la magia cumple un rol fundamental, como a las novelas sobre realidades futuras y universales. Por eso no es raro encontrar autores como Lois McMaster Bujold o Tad Williams que coqueteen con ambas temáticas.

              En este blog se podrán encontrar reseñas a las novelas que voy leyendo o he leído en los últimos años, así como comentarios sobre autores, noticias y novelas prontas a publicarse. El objetivo subyacente es dar a conocer un género literario que particularmente adoro y encontrar personas que compartan estos mismos gustos o pareceres. ¿Por qué se llama Cazador de dragones? Pues eso es un secreto. Por lo pronto, la mesa está servida y the winter is comming…